La genealogía del arte pictórico inició en la prehistoria, con las pinturas rupestres hechas por los hombres primitivos. Desde ese momento hasta nuestros días, han surgido infinidad de corrientes y artistas, que han creado obras magníficas, cuyo valor está influenciado por diversos aspectos, como la perfección estética de la imagen, la reputación del autor, la técnica, su contexto histórico, etcétera; por ello, algunas son más apreciadas que otras.
Muchas de estas grandes piezas pertenecen a museos, aunque otras tantas son propiedad de particulares, especialmente coleccionistas, quienes las prestan a las galerías de arte, para su exhibición, o bien, las utilizan para decorar sus hogares. Una de las formas más populares para hacerse de estos materiales son las subastas, en las que alcanzan precios exorbitantes, rompiendo récords. Las más famosas y de mayor prestigio son las organizadas por la casa Christie’s, fundada en Londres, en 1766, que ha concretado las mayores ventas de los siglos XVIII, XIX y XX. A continuación, le presentamos las cinco pinturas más caras de la historia, hasta el momento, en este tipo de eventos.
1. Cristo como salvador del mundo
Salvator mundi - Leonardo da Vinci
450.3 millones de dólares (mdd)
La obra data del año 1500 y representa a Jesucristo, haciendo la señal de la bendición, con su mano derecha, mientras que, en la izquierda, sostiene una esfera de cristal, que simboliza el mundo. Fue comprada en noviembre de 2017, en Nueva York, aparentemente, por Mohamed bin Salmán, el príncipe heredero de Arabia Saudita.
Aunque se le atribuye la autoría al pintor renacentista Leonardo da Vinci, muchos expertos en arte dudan de ello, pues, a juzgar por ciertos rasgos de la obra, como la cara plana y la mirada inexpresiva de Jesús, aseguran que la pieza no fue realizada por él, sino por sus aprendices o por algún trabajador de su taller. Sin embargo, no hay nada confirmado aún, así que el valor elevado de la pieza puede deberse a que se trata de una de las últimas creaciones del italiano.
2. Intercambio
Interchange - Willem de Kooning
300 mdd
Pertenece a la corriente artística del expresionismo abstracto. Kooning la realizó en 1955 y, posteriormente, de alguna manera, llegó a manos de David Geffen, editor de discos y productor de teatro y de películas estadounidense, quien la vendió a este precio, a su compatriota Kenneth C. Griffin, billonario inversor y economista, en una subasta privada, en septiembre de 2015, convirtiéndose en la pintura más cara de todos los tiempos, hasta que fue superada por Salvator mundi.
3. Los jugadores de cartas
Les joueurs de cartes - Paul Cézanne
250 mdd
De estilo postimpresionista, se trata de la última y más significativa obra de una serie conformada por cinco cuadros relacionados con las partidas de cartas, realizada entre 1890 y 1895. Esta colección pertenece a la época de madurez del pintor, en la que, según los expertos, crearía sus mejores piezas. El cuadro fue adquirido por la familia real de Catar, en la venta privada del magnate griego George Embiricos, en 2011.
4. Marilyn naranja
Orange Marilyn - Andy Warhol
250 mdd
De acuerdo con el periodista Josh Baer, esta pintura, de arte pop y una de las más grandes referencias de su autor, fue adquirida por Kenneth C. Griffin, en 2018. Su alto precio se debió a su historia, ya que, hace poco más de 20 años, sacudió el mercado del arte.
Warhol la realizó en 1964, como parte de una colección con la imagen de Marilyn Monroe. El artista utilizó una foto de la actriz, tomada de una escena de la película Niágara, e hizo cinco retratos cuadrados, de un metro de base, con una combinación de colores diferentes, cada uno: con fondos rojo, azul claro, azul grisáceo, turquesa y naranja. Este último fue vendido en 1998, a un comprador no identificado, en una subasta organizada por la casa Sotheby’s, en 17.3 millones de dólares; la cantidad más alta que, en su momento, alguien habría pagado por una obra de Warhol, y muy por arriba de su precio estimado de venta, que era de 6 millones, ya con una visión optimista. El motivo de que la pintura se hubiera cotizado en ese valor, según los especialistas, fue su color naranja, que la hacía ver más atractiva, además de que, alguna vez, perteneció a Leon Kraushar, un muy respetado coleccionista de arte pop.
5. ¿Cuándo te casarás?
Nafea faa ipoipo - Paul Gauguin
210 mdd
Es una de las creaciones fundamentales y más valoradas del pintor postimpresionista francés, pues la realizó en 1892, a la edad de 43 años, durante su primera estancia en Tahití, en donde se refugió, huyendo de la influencia artística europea, para crear un arte más sencillo y simbólico. Gran parte de su obra retrata a nativos de aquella región, en entornos naturales e idílicos. Este cuadro muestra a dos mujeres jóvenes; una, portando ropa típica, quien está en busca de marido, mientras que la otra luce un vestido colonial; esto, como una forma de ilustrar la fusión de las culturas polinesia y europea.
La pieza fue vendida a principios de 2015, por el coleccionista suizo Ruedi Staechelin, a una persona anónima, ya que éste no quiso revelar el nombre del comprador, pero se presume que fue el Comité de Museos de Catar. El precio también se desconoce, y aunque se acepta que fueron 210 millones de dólares, hay quienes especulan que pudo haber alcanzado la cantidad de 300 millones. Cabe decir que el abuelo de Ruedi, Rudolf Staechelin, compró el cuadro en 1917 (cuando inició su colección), en 18 mil francos suizos; en tanto que el mismo Gauguin valoró su propia obra en sólo mil 500 francos suizos, en 1893.
Otras pinturas que forman parte de la élite de las más cotizadas del mundo son: N. 17A, 1948, de Jackson Pollock (200 mdd); Serpientes de agua II, de Gustav Klimt (187 mdd); No. 6 (violeta, verde y rojo), de Mark Rothko (186 mdd); Las mujeres de Alger, de Pablo Picasso (179.4 mdd); Desnudo acostado, de Amedeo Modigliani (170 mdd); y Obra maestra, de Roy Lichtenstein (165 mdd), entre otras.
El valor de lo invaluable
La Gioconda, la famosísima obra de Leonardo da Vinci, y una de las más importantes de la historia del arte en general, creada en 1503, se exhibe actualmente, desde 1797, en el Museo del Louvre, como una pieza que, por su perfección, significado y linaje, para muchos, no puede ser monetizada. Sin embargo, Stéphane Distinguin, empresario francés, CEO de Fabernovel, propuso, en mayo de 2020, vender dicha pintura, como una alternativa para acabar con la pandemia de COVID-19. Según sus cálculos, la pieza costaría no menos de 50 mil millones de euros, lo que equivaldría, aproximadamente, a 56 mil millones de dólares.
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