Bajo el mar, bajo el mar… habitan los animales más salvajes y peligrosos del planeta, capaces de atacar a sus presas de manera sigilosa y letal. A continuación, le presentamos a las 10 especies submarinas más temidas en el mundo. Seguramente, habrá alguna que otra de la que ni siquiera había escuchado antes.
10. Tiburón tigre
A pesar de que es el tiburón blanco el que recibe toda la atención mundial debido a su imponente tamaño y dentadura, es su primo, el Galeocerdo cuvier, quien mata a más personas al año según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos.
Este temible depredador devora lo que sea que se le atraviese, desde focas, aves muertas, delfines y hasta llega a atacar seres humanos cuando se acercan demasiado. Puede medir más de dos metros de largo y, en América, se puede localizar en la costa del Pacífico y en el Atlántico. También, es muy abundante en el mar Caribe y en el golfo de México.
Afortunadamente, las personas que mueren a causa de ataques de tiburones son solamente cuatro al año, según estadísticas estadunidenses, empatando con la cantidad de fallecimientos por rayos de tormentas eléctricas.
9. Anguila morena
Su cuerpo es alargado, escurridizo y se asemeja a una serpiente. Sus dientes son tan grandes y afilados que una mordedura puede llegar a arrancar miembros completos del cuerpo, pues tiene dos juegos de dientes: uno en la boca y otro en la garganta, para digerir mejor. Suele ser muy tímida y sólo ataca en situaciones de peligro; sin embargo, su fuerza y gran tamaño, de hasta dos metros, alertan a todo tipo de criaturas.
La mayor parte de ataques por anguilas morenas se debe a que las personas sumergen las manos o pies entre las rocas, buscando encontrar algo interesante, pero terminan llevándose una sorpresa muy dolorosa.
8. Pez león
Pese a su pintoresca apariencia, el Pterois antennata es un animal muy dañino que vive en el océano Índico y en el occidente del Pacífico. Aunque, principalmente, se alimenta de camarones y cangrejos, la picadura de sus púas venenosas provoca intensas y muy dolorosas heridas en las partes afectadas, que, después, puede ocasionar parálisis respiratoria, falta de circulación de la sangre y fiebre.
Llega a medir hasta poco más de 20 centímetros y no tiene depredadores directos, por lo que representa una plaga debido a su rápida reproducción. Es tan agresivo que asesina todo lo que se interponga.
7. Pez piedra
Se le puede encontrar en aguas tropicales, en los mismos océanos que al pez león, pero, más específicamente, en Australia, país que alberga un sinfín de criaturas peligrosas. Las aletas del Synanceia horrida son las que contienen el veneno neurotóxico, que llega a ser letal en ciertos casos. Este tipo de pez afecta frecuentemente a los seres humanos debido a su apariencia de roca, que se confunde con una real.
Algunos científicos comparan su toxicidad con la de una cobra. La picadura provoca vómito, dolor abdominal, irregularidades cardíacas, convulsiones, parálisis e, incluso, coma, hasta la posible muerte.
6. Carabela portuguesa
También llamada falsa medusa, a la Physalia physalis se le puede encontrar en todo el mundo, principalmente en aguas cálidas y climas tropicales. Muchas personas la confunden con botellas en el agua o, incluso, globos debido a su apariencia traslúcida; su aspecto es tan superficialmente lindo, por su color entre azulado, rosa y morado, que atrae a las personas sólo para llevarlas al hospital, ya que su picadura es tan peligrosa y dolorosa que provoca hormigueo y sensación de adormecimiento, mismo que, en peces, lleva a la parálisis y, por supuesto, a la muerte. En los humanos, el veneno llega a ser mortal si existen complicaciones; sin embargo, no es altamente posible que suceda.
Debido a que las ventosas de sus tentáculos están hechas para atrapar a sus presas, se adhieren tan fuertemente a la piel que es bastante difícil quitársela. Esta falsa medusa es muy peligrosa por la facilidad para encontrarla en mar abierto.
Las carabelas portuguesas no son medusas; ni siquiera son animales. Esta rara criatura es el conjunto de organismos que se unen entre sí para sobrevivir en equipo; se llaman ‘zooides’ y son varios elementos especializados en actividades específicas para que la colonia sobreviva. Todos están unidos entre sí y, aunque son diferentes, no pueden sobrevivir de manera separada.
5. Raya venenosa
A esta peligrosa criatura se le puede encontrar en aguas costeras poco profundas y templadas, principalmente en el mar Caribe. Por su forma plana y color grisáceo azulado, puede despistar a cualquier depredador al enterrarse en la arena; además, posee una espina larga y puntiaguda que es intensamente venenosa y suele tener, también, filos dentados y dientes en su boca, que sirven para triturar el caparazón de algún predador. Por lo regular, es muy tranquila, inactiva y pasiva; sin embargo, no debe olvidarse su peligrosidad debido a su fuerza y su potente veneno.
Fue una raya venenosa la que acabó con la vida de Steve Irwin, mejor conocido como el ‘Cazador de cocodrilos’. Mientras el conductor buscaba tiburones tigre, para grabar un documental, precisamente, sobre los animales acuáticos más letales, fue atraído por una raya, y como él sabía que, regularmente, son inofensivas, se acercó tanto que un pinchazo perforó su pecho, causándole la muerte poco después.
4. Barracuda
La Sphyraena es uno de los depredadores más temidos del mar debido a su extrema rapidez para cazar y sus afilados colmillos. Llega a medir desde 45 centímetros hasta más de un metro y medio, y alcanza una velocidad de 90 kilómetros por hora, desde el estado inerte, gracias a su potente cola.
Se le puede encontrar más comúnmente en el mar Caribe y el Atlántico occidental, en aguas con vegetación o poco profundas. Es un depredador nato y su técnica para atacar consiste en noquear a su presa con un duro golpe y a alta velocidad, para, inmediatamente, enterrarle sus dientes de navaja y devorarla en un minuto.
Desafortunadamente, estos peces tienen un duelo eterno con los seres humanos y son especialmente agresivos frente a ellos; apenas notan la presencia humana y se precipitan a morderlos; es por eso que los pescadores les temen.
La carne de la barracuda es venenosa. Debido a que estos animales se alimentan de una gran variedad de peces, incluidos los peces globo, acumulan sus toxinas; además de que, también, comen ciertas especies que, a su vez, comen plantas con toxinas peligrosas. Las barracudas acumulan todas esas sustancias, haciéndolas imposibles de consumir.
3. Caracol de cono
Los Conidae forman parte de los animales más peligrosos, tanto por su potente veneno como por su capacidad de pasar desapercibidos. Se les puede encontrar frecuentemente en aguas tropicales y cerca de la playa. Son animales carnívoros, que utilizan su arpón tóxico para cazar, ya que su desplazamiento tan lento les imposibilita atrapar a sus presas mediante la persecución. Su dieta incluye, principalmente, peces pequeños, moluscos y gusanos marinos.
No atacan a los humanos al confundirlos con su alimento, como suelen hacer otras especies, sino que las muertes que han resultado por el pinchazo de este curioso animal han sido a causa de la provocación del ser humano mismo. Y es que concha es tan hermosa, brillante y elegante que, cuando la mano del hombre se acerca para tomarla, el caracol sale en su defensa; así, su veneno provoca un dolor muy fuerte, hinchazón, hormigueo, paro respiratorio y, finalmente, la muerte debido a que no existe antídoto contra él.
Entre los compuestos que conforman su arma letal se encuentra la tetrodotoxina, que puede hallarse en la fórmula utilizada por el pez globo, el tritón de piel rugosa u otro de los animales más temidos, el poderoso pulpo de anillos azules, del que hablaremos enseguida.
El veneno del caracol de cono se utiliza en la investigación de tranquilizantes no adictivos mil veces más fuertes que la morfina. El veneno de varias especies Conidae es una fuente de investigación en casos médicos, para que, en el futuro, tranquilizantes naturales potentes sean utilizados con más frecuencia.
2. Pulpo de anillos azules
Considerado de los más letales de las profundidades, el Hapalochlaena posee un veneno tan poderoso que es capaz de matar a más de una persona, pero el peligro más grande no es la inyección de éste, sino la inexistencia de antídoto contra él. Sus presas son, regularmente, cangrejos y crustáceos en general, pero puede comer prácticamente lo que atrape, a pesar de su pequeñísimo tamaño. Este invertebrado es un as del camuflaje, ya que es capaz de cambiar de color rápidamente para pasar inadvertido.
1. Cubozoa de mar
Las terribles cubomedusas o avispas de mar son altamente peligrosas y mortales. Se encuentran en las Filipinas, Australia y diversas zonas tropicales. Lo extraordinario de ellas es que, en cada uno de su tentáculos, llega a almacenar hasta 500 mil células tóxicas, que se adhieren a las presas y depredadores, al contacto.
Aunque no son animales que ataquen a los seres humanos y no son fáciles de encontrar, llegan a ser mortales cuando hay relación con su veneno. Su toxicidad produce un horrible dolor en la zona afectada, que, luego, se expande junto con la inflamación y enrojecimiento. Hacen falta tan sólo algunos minutos para que la víctima humana sufra anomalías cardíacas y muera inaplazablemente.
Tenga mucho cuidado la próxima vez que vaya de visita al mar.
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