Con la implementación de la “nueva normalidad”, con la que se pretende mantener un equilibrio entre la actividad económica y la salud de la población, se ha hecho necesaria la adopción de nuevos hábitos que, de acuerdo con los expertos en sanidad, formarán parte de nuestra vida cotidiana al menos hasta 2023. Cabe resaltar que el hecho de que haya terminado el período de cuarentena no significa que las medidas de prevención se suavizan; al contrario, es cuando más deben reforzarse, independientemente del color del semáforo en que nos encontremos, pues volver a interactuar con las demás personas puede significar un repunte de los contagios de COVID-19.
De manera general, las prácticas que continúan son:
· Aun con el semáforo en naranja o amarillo, de ser posible, permanecer en casa y no salir, salvo para actividades indispensables.
· En lugares públicos, el uso obligatorio de careta, cubrebocas y, de preferencia, guantes de látex. Recuerde que estos dos últimos productos son desechables y deben ser manipulados cuidadosamente.
· Lavarse las manos frecuentemente y cargar siempre con un gel antibacterial de bolsillo y toallitas húmedas con alcohol al 70 %.
· Mantener la sana distancia, evitando el saludo de mano, beso o abrazo.
Asimismo, con la reapertura paulatina de los espacios públicos, cada establecimiento ha definido su propio protocolo de seguridad y limpieza, por lo que es importante respetar todas las medidas impuestas, como adecuarse al nuevo aforo, permitir la toma de temperatura, guardar distancia en las filas, etcétera.
En el supermercado:
· Limpiar el manubrio del carrito con las toallitas antibacteriales, así como los artículos que se vayan a tomar, pues no sabe cuántas manos los han tocado antes.
· Para garantizar la seguridad de las demás personas, tomar sólo los productos que vaya a comprar. El hábito de palpar las frutas y verduras, para saber su estado de maduración, debe evitarse; ahora será preciso confiar en su buen ojo.
· Mantener la distancia en pasillos y en la fila de la caja de cobro.
· Llevar bolsa reutilizable y, de preferencia, empacar los productos comprados sin apoyo de alguien.
· A la hora de pagar, utilizar tarjetas de crédito o débito en lugar del dinero en efectivo. Aunque parezca más seguro usar una caja de cobro automatizada, para evitar el contacto con el cobrador, en realidad, esto no es así, ya que el personal está capacitado y debe seguir obligatoriamente las medidas de higiene, mientras que una caja automática está mayormente expuesta a ser tocada por muchas más manos.
· Al llegar a casa, lavar todos los productos, frutas y verduras, al igual que la bolsa reutilizable.
· Procurar ir de compras temprano; de este modo, dados los protocolos de higiene, la tienda se encontrará más limpia, además de que es más probable que no haya tanta gente. Asimismo, de ser posible, no acudir en fin de semana.
En el trabajo:
De acuerdo con lo establecido por la OMS y a los Lineamientos Técnicos de Seguridad Sanitaria en el Entorno Laboral, emitidos por el gobierno de México, las oficinas deben proporcionar y fomentar espacios limpios y desinfectados a través de la instalación de estaciones de sanitización en las entradas; abasto de insumos de higiene y delimitación de accesos y salidas exclusivas. De igual manera, aconsejan el reajuste de los horarios del personal, que incluya rotaciones, para no concentrar a toda la gente en un mismo espacio y momento.
Lo anterior abre la posibilidad a que las empresas prolonguen el permiso a sus empleados de trabajar desde casa e, incluso, migren total o parcialmente a esta modalidad. Si es su caso, hay algunos hábitos que se deben adoptar para ser igual de productivos como en la oficina:
· Horario estricto: La disciplina es fundamental tanto para no dejarse llevar por la flojera como por el exceso de trabajo. Y es que estar en casa tiene muchos distractores, pero también hace que sea difícil separar y desprenderse de las tareas laborales, ocasionando un exceso de horas extra; por esto, es necesario establecer un horario que delimite el comienzo de las actividades, el tiempo para comer y el fin de la jornada; no obstante, la clave del éxito es respetarlo. Los expertos recomiendan que, aunque se esté en casa, es importante pararse, bañarse y arreglarse como se haría de forma regular.
· Espacio exclusivo: Destinar un lugar o habitación especial de la casa para dedicarse únicamente a lo relacionado con el trabajo, y asegurarse de que esté equipado con todo lo que necesita o se puede llegar a utilizar, como bolígrafos, hojas, impresora, conexiones de luz cercanas, módem de internet, etcétera; esto, para evitar las distracciones al estarse parando a cada rato. No se recomienda utilizar el dormitorio, la sala o el comedor para estos fines, puesto que son sitios que la mente relaciona con actividades de ocio.
· Colaboración familiar: Si vive con otras personas, hágales saber en qué horarios está disponible para realizar otras tareas o para atenderles en caso de que lo requieran. Asimismo, solicíteles que respeten su espacio. La idea es evitar a toda costa las distracciones de cualquier tipo, incluidas la televisión, las mascotas y las redes sociales, entre otras.
Este nuevo estilo de vida puede resultar un poco complicado al principio, pues exige mucha más energía, atención y compromiso de nuestra parte; sin embargo, el beneficio lo compensa. Además, sólo es cuestión de acostumbrarse.
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