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Eva Ramón Gallegos



Como mencionaba la neurocientífica italiana Rita Levi-Montalcini, Premio Nobel de Fisiología o Medicina, en 1986, “las mujeres que han cambiado el mundo no han necesitado nunca mostrar otra cosa que su inteligencia”.


Actualmente, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) indica que el tercio del área de investigación mundial es ocupado por mujeres y que irá, poco a poco, en incremento gracias a las mujeres que inspiran a otras y han demostrado su gran potencial en la ciencia, así como en otros ámbitos del saber. Con esto como preámbulo, en esta ocasión, dentro de la serie Mexicanos de la ciencia, resaltamos la trayectoria y aportes de la doctora Eva Ramón Gallegos, una destacada científica mexicana.


El descubrimiento de Eva Ramón fue tan innovador que está cambiando el panorama en la lucha contra el cáncer cervicouterino. Su trabajo se centra en el tratamiento del virus del papiloma humano (VPH), que ha sido resultado de veinte años de trayectoria, de ardua labor de investigación, estudios clínicos y experimentación.


En el año 2017, la Guía de Práctica Clínica (GPC), del Instituto Mexicano del Seguro Social sobre el Tratamiento del Cáncer Cervicouterino, indicaba que esta enfermedad “es la segunda causa de cáncer más común en México y la tercera causa de muerte en todo el mundo”. Constituyó el 9 % del total de nuevos casos de cáncer y el 8 % del total de muertes de mujeres por cáncer, en 2008.


De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el 2018, esta enfermedad provocó la muerte de 311 mil mujeres en todo el mundo, hasta el 2020, cuando la misma organización lanzó una estrategia para acelerar la eliminación del cáncer cervicouterino, lo que significó un mayor apoyo a la investigación en esa área desde entonces.


Actualmente, en México, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en sus estadísticas a propósito del Día Mundial Contra el Cáncer, del 30 de enero de 2025, hace mención que, en el año 2023, hubo 91 mil 562 muertes por cáncer, y el 52.4 % fue en mujeres, afectando, en su mayoría, a mujeres entre un rango de edad de 30 a 59 años. Por lo tanto, es una de las principales causas de cáncer en mujeres que puede ser prevenido y tratado desde una edad temprana.


Eva Ramón –quien tiene una maestría y un doctorado en ciencias quimicobiológicas, con mención honorífica por el Instituto Politécnico Nacional (IPN), en donde, actualmente, es profesora e investigadora activa, con algunas estancias de investigación dentro y fuera del país, enfocando su trabajo en citopatología, Biomedicina y biotecnología molecular, con más de cincuenta publicaciones científicas en revistas indexadas y algunos libros publicados– continúa desarrollando un tratamiento que ha demostrado ser eficaz para eliminar el VPH en diversas pacientes.


Gracias al Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres México), del Gobierno Federal, que, como “organismo público descentralizado, contribuye a la política nacional en materia de igualdad de género”, sabemos que para el 2020, Eva Ramón Gallegos, en colaboración con otros especialistas, logró eliminar el virus del papiloma humano en 29 mujeres en la primera etapa de la enfermedad, a través de un estudio piloto que mostró buenos resultados, lo que representa un gran avance para la ciencia y la salud de muchas mujeres. Este enorme aporte la hizo formar parte del famoso hashtag #MexicanasQueInspiran, después de recibir, en 2019, el reconocimiento de Forbes como una de las 100 mujeres más poderosas de México.


Un tratamiento revolucionario

En ese estudio piloto, Eva Ramón logró erradicar el VPH en mujeres que presentaban diversas cepas del virus. Estas mujeres fueron parte de un grupo controlado y sometidas a un tratamiento específico durante un período determinado. De acuerdo con los resultados de las pruebas clínicas, el 100 % de las pacientes que participaron en el estudio mostró la desaparición del VPH en su cuerpo tras el tratamiento, esperándose prometedores avances en la futura erradicación del virus en pacientes que ya tienen avanzada dicha enfermedad, a través de la Terapia Fotodinámica (TFD), que, se menciona, es menos invasiva que otros tratamientos, encargándose de eliminar sólo los virus cancerígenos, sin dejar de lado que no reemplaza a los tratamientos preventivos.


El tratamiento desarrollado por Eva Ramón ha generado gran interés en la comunidad científica internacional. A diferencia de las vacunas actuales contra el VPH, que previenen la infección, la investigación de Ramón Gallegos se centra en erradicar el virus de aquellas mujeres que ya están infectadas, según declaraciones de la propia científica en entrevistas, quien ha recibido algunas medallas por sus méritos, así como premios en ciencia y tecnología, siempre, promoviendo la igualdad de género y el desarrollo tecnológico en México, dándole el reconocimiento a su contribución en el campo de la salud pública y la medicina. Tales galardones han puesto de relieve la importancia de su investigación y la potencial aplicación de su tratamiento a nivel global, donde muestra los posibles avances en esta área, su desarrollo e implementación.


Es importante mencionar que se puede explorar más sobre el trabajo de la científica, a través de su libro, titulado Nanobiotecnología: Fundamentos y perspectivas. Tecnología de frontera para resolver los problemas del mañana, en donde la autora presenta un panorama de los progresos actuales en nanobiotecnología, destacando su aplicación en diversas áreas como la medicina, las ciencias de la salud, en farmacobiología, la industria alimentaria y el ámbito ambiental.


A lo largo de su carrera, la doctora Eva Ramón ha enfrentado las dificultades propias de la investigación en México, pero su pasión por mejorar la salud de las mujeres y su capacidad para innovar la han convertido en una figura de referencia en la lucha contra el cáncer cervicouterino.


 Sus avances en el tratamiento del VPH no sólo han cambiado la vida de las mujeres que ha tratado, sino que también abren nuevas puertas para el tratamiento de otras infecciones virales y enfermedades oncológicas que siguen siendo foco de investigación. Su trabajo se traduce en avances científicos que resaltan la importancia de la investigación biomédica; su contribución es un claro ejemplo de cómo la dedicación y el talento pueden generar un cambio real en la vida de las personas, demostrando que la ciencia y la investigación pueden transformar realidades.

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