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Dra. Sofía Ramírez

Órganos que se pueden donar

Mediante esta práctica, ya sea en vida o después de fallecer, las personas contribuyen a salvar la existencia de otros



Se considera que un donador es una persona que ha tomado la decisión de proporcionar un órgano o tejido propio, para que otro individuo salve o mejore su calidad de vida. Algunos se pueden dar en vida; mientras que otros son otorgados al momento de morir.


Un trasplante es la transferencia de un órgano, tejido o células sanas de una parte del cuerpo hacia otra, o bien, de un individuo a otro, con un debido proceso de integración al organismo. Es una alternativa terapéutica para los pacientes que poseen padecimientos ocasionados por la insuficiencia irreversible de algún órgano o la disfunción de un tejido; en algunos casos, es la única posibilidad para conservar la vida.


En nuestro país, dentro de la Ley General de Salud, se encuentra establecido que todos los mexicanos tienen el derecho a decidir sobre su cuerpo y a expresar su decisión de donar órganos y/o tejidos, de manera verbal o por escrito, pero si lo desean, también, la pueden revocar en el momento en el que lo consideren conveniente.


Comúnmente, se piensa que los órganos sólo pueden donarse después de morir; sin embargo, existen algunos que se pueden retirar en vida, como un riñón, parte del hígado, el páncreas o un pulmón; al igual que tejidos, como la sangre, córneas, piel, hueso, cartílago, tendones, arterias o venas, la médula ósea y el cordón umbilical. Aunque, es preciso señalar que una persona que desee donar una de estas partes del cuerpo en vida debe contar con ciertas características, como tener más de 18 años de edad, gozar de buena salud física y mental, y ser consciente de que la donación es voluntaria, gratuita y altruista.


Por otro lado, en el caso de la donación de órganos después del fallecimiento de la persona, se requiere cumplir con algunos requisitos muy particulares; por ejemplo:


  • Que el deceso ocurra dentro de una unidad médica, sobre todo, en un hospital.

  • Es necesario que la muerte sea debida a lesiones cerebrales irreversibles y que tenga los criterios legales de muerte cerebral.

  • O que el fallecimiento sea por un paro cardíaco no recuperable.

  • El donante no debió contar con alguna enfermedad transmisible ni cáncer, que pudiera causar un riesgo al receptor del órgano o tejido.


¿Qué es la muerte encefálica?

Fallecer es un hecho único e irreversible, que puede ser ocasionado por diferentes factores; sin embargo, en términos médicos, sólo existen dos tipos de muerte: una es el cese total de la función cardiorrespiratoria, es decir, corazón y pulmones; y la otra, por el detenimiento completo de la función cerebral, o sea, la muerte del cerebro.


Este último es un diagnóstico de fallecimiento médico y se presenta cuando se detiene la circulación sanguínea del cerebro durante un período largo, puesto que, sin oxígeno, el cerebro comienza a morir y se detienen todas sus funciones. Los demás órganos pueden seguir trabajando durante un tiempo si la persona se encuentra conectada a un respirador artificial y si se le administran medicamentos para seguir contando con el latido cardíaco. Clínicamente, este tipo de deceso se puede observar por medio de la falta de respuesta de las pupilas al estímulo de la luz, ausencia de movimientos oculares y la inexistencia de respuesta al dolor.


En México, en caso de muerte cerebral y la voluntad de donar órganos y tejidos, la ley marca que se deben realizar estudios que comprueben el fallecimiento encefálico, en donde se demuestra una ausencia total e irreversible de todas las funciones cerebrales.


¿Cuáles son los criterios de asignación de órganos o tejidos?

En el caso de ser un donador no vivo, se debe tomar en cuenta la gravedad del estado de salud del receptor, la oportunidad del trasplante, los beneficios que se esperan y la compatibilidad, entre otros criterios médicos. Sin embargo, cuando no existe urgencia o razón médica para asignar de forma preferente un órgano o tejido, el proceso siempre debe estar sujeto a los registros a cargo del Centro Nacional de Trasplantes.


Asimismo, un principio fundamental para la donación de órganos y tejidos es el hecho de manejar el cuerpo de un donador con dignidad y respeto; es decir, los cirujanos realizan el procedimiento, procurando cerrar y cubrir las heridas por las cirugías de los trasplantes, ya que el cuerpo no se mutila ni se desfigura.


La donación de órganos es un acto enorme de amor y empatía, pues permite que una gran cantidad de personas –en muchas ocasiones, desconocidas– tenga la oportunidad de sobrevivir. De acuerdo con MedlinePlus, un sitio oficial de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, los especialistas afirman que los órganos de un donante pueden ayudar a salvar hasta 50 vidas.


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