Los check ups o exámenes médicos de rutina son indispensables para conocer nuestro estado de salud; esto es para confirmar que estamos sanos, o bien, para detectar oportunamente algún problema, antes de que el cuadro se agrave o agudice, como algún tipo de cáncer u otras enfermedades que puedan ser críticas e, incluso, mortales, y que, cuando presentan síntomas, puede ser ya muy tarde para tratarlas.
La prevención de las enfermedades es importante para contar con una buena calidad de vida, por ello, es preciso remarcar que, diariamente, estamos expuestos a gran cantidad de factores que pueden ocasionar daños en nuestra salud, como humos, vapores tóxicos, radiación, contacto con microorganismos, etcétera. Estas amenazas son frenadas y controladas por el sistema inmunológico, el cual se encuentra preparado para combatir gran cantidad de infecciones, siempre y cuando no tenga alguna alteración; pero, en algunas ocasiones, es necesaria la intervención médica, y entre más rápido se detecte el problema, mejor.
De la misma forma, generalmente, sentimos malestares constantes o dolores crónicos, los cuales, consideramos que son ocasionados por el estrés del día a día y que, en algún momento, se quitarán; y los dejamos pasar, sin darles mayor importancia. Sin embargo, es importante conocer cómo está funcionando nuestro cuerpo y si el cuadro clínico que se presenta es por estrés o por algún otro padecimiento más delicado, como la hipertensión arterial, la diabetes, la hipercolesterolemia, aumento del ácido úrico, problemas cardíacos, cáncer, entre otros. De ahí la importancia de los check ups.
¿Cada cuándo?
Los profesionales de la salud recomiendan la realización de revisiones y exámenes médicos, al menos, una vez al año, aunque no nos sintamos mal, los cuales deben incluir una inspección física exhaustiva, así como estudios de laboratorio o gabinete.
¿Cuáles me debo realizar?
Los exámenes que requiere cada persona dependen de diferentes factores, como el género, la edad, el estilo de vida, la historia familiar, el estado de salud, los antecedentes personales, entre otros.
El estudio general de salud consiste en realizar exámenes de sangre, que incluyan todos los análisis básicos de laboratorio y algunos estudios de imagen; posteriormente, los resultados deben ser valorados e interpretados por un médico, para que, a grandes rasgos, pueda conocer el estado general de la salud del paciente y brindarle la asesoría necesaria para mejorarlo o preservarlo a corto, mediano y largo plazo.
Los estudios generales más comunes, que brindan resultados del estado general de salud, son:
· Biometría hemática (hemograma completo): Sirve para revisar el estado general de las células de la sangre, como los glóbulos rojos, los glóbulos blancos y las plaquetas; ayuda en el diagnóstico de algunas enfermedades relacionadas a ellas, como la anemia o las leucemias.
· Examen general de orina: Ayuda a saber cómo se encuentra el sistema urinario, y también, al diagnóstico de ciertas anomalías, como infecciones en las vías, diabetes, cálculos renales o el mal funcionamiento de los riñones.
· Coproparasitoscópico y/o sangre oculta en heces: Son estudios en donde se analizan las heces fecales, con la finalidad de buscar parásitos que causen enfermedades al ser humano o si hay sangrado dentro del intestino, que no sea perceptible a simple vista.
· Química sanguínea o panel básico metabólico: Es un estudio que verifica, de forma general, el funcionamiento de diversos órganos del cuerpo; reporta glucosa, urea, creatinina, colesterol, triglicéridos y electrolitos, como el sodio, potasio, cloro, proteínas, albúmina, bilirrubinas, entre otros.
Dependiendo los resultados, su medico le indicará si requiere estudios complementarios.
Por otro lado, como ya dijimos, hay otros estudios que deben realizarse según de la edad y el género, entre ellos:
En cuanto a los estudios necesarios para los niños, también, es necesario valorar la edad. Si es menor a un año, deben hacerse evaluaciones, como es el tamiz auditivo, el tamiz metabólico y el tamiz visual; además de estudios de imagen, para identificar problemas de la cadera. Posteriormente, se deben realizar estudios generales, como la química sanguínea, la biometría hemática y el examen general de orina, cada 12 meses.
De igual forma, se recomienda realizar análisis nutricionales, al menos, una vez al año, con control de peso, control de los niveles de glucosa en la sangre mediante tiras reactivas y el control de la presión arterial.
La relevancia de realizar periódicamente estos estudios radica en la detección oportuna de alguna enfermedad, la cual puede que se manifieste con el paso de los años. También, es importante porque se evalúan factores que pueden ser desencadenantes de algún padecimiento o que incrementen la probabilidad de padecerlo. La formación de la relación con el médico es fundamental y necesaria para la seguridad y confianza del paciente.
Cabe destacar que el presente artículo es de carácter informativo y el conocimiento debe ampliarse mediante una conversación con su médico de cabecera; asimismo, de ninguna manera sustituye una consulta médica. Sugerimos acudir con el profesional de salud para una mejor valoración.
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