Las esponjas lavatrastes también se lavan
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Cómo limpiarlas y desinfectarlas correctamente y con qué productos

Las esponjas lavatrastes son aliadas indispensables en la limpieza diaria de la cocina y los tratses; sin embargo, el hecho de que estén en constante contacto con el jabón no quiere decir que siempre estén limpias o que sean inmunes a la contaminación, por el contrario, pueden albergar microorganismos que contaminan los platos y utensilios, afectando la higiene del hogar y la salud de las personas. Por ello, saber cómo lavar y desinfectar correctamente las esponjas es fundamental para mantener una cocina limpia y segura. En este artículo, le explicaremos los métodos más efectivos para eliminar gérmenes y prolongar la vida útil de sus esponjas lavatrastes.
Tipos de esponjas lavatrastes
Hoy en día, existen numerosos tipos de esponjas, diseñadas para distintas superficies y niveles de limpieza. Las más comunes se pueden clasificar en tres grandes grupos:
1. Esponjas sintéticas de poliuretano: Son las más habituales y económicas. Están hechas de plástico espumado que retiene el agua y el jabón con facilidad. Algunas incluyen una cara rugosa de fibra abrasiva, que es útil para eliminar los residuos más difíciles. Aunque son efectivas, su principal desventaja es que acumulan bacterias con rapidez y no son biodegradables, ya que derivan del petróleo.
Esponjas de celulosa: Elaboradas a partir de pulpa vegetal, como la madera o el algodón, que son materiales naturales más absorbentes y biodegradables que las sintéticas. Tienen una textura más suave y, al ser de origen natural, se degradan en condiciones adecuadas, sin dejar microplásticos; pero, su vida útil suele ser un poco más corta.
Esponjas combinadas o de fibra natural: Estas mezclan materiales sintéticos con fibras naturales, como coco, yute o sisal, para lograr una textura más ecológica y resistente, siendo una opción intermedia para quienes buscan rendimiento y menor impacto ambiental.
Además, existen alternativas modernas, como cepillos con mango de bambú, paños de microfibra reutilizables y esponjas compostables que pueden desecharse sin contaminar el medio ambiente.
Cómo limpiar y desinfectar una esponja
Las esponjas que usamos para lavar los trastes pueden parecer limpias después de enjuagarlas, pero, en realidad, son uno de los objetos más contaminados de la cocina. La humedad constante y los restos de comida crean el ambiente perfecto para que las bacterias y los hongos se multipliquen. Por eso, mantenerlas limpias y desinfectadas prolonga su vida útil y ayuda a cuidar la salud.
Independientemente del tipo de esponja que se utilice, es fundamental mantener una buena rutina de higiene. Diversos estudios, como los publicados por la National Sanitation Foundation (NSF), señalan que las esponjas de cocina son uno de los objetos más contaminados del hogar, y para reducir riesgos, se recomienda:
Limpieza diaria. Lavarlas con agua caliente y jabón después de cada uso. Es importante exprimirlas por completo y dejarla secar en un lugar ventilado, para evitar la humedad.
Desinfección profunda. Al menos, dos o tres veces por semana, debe realizarse una limpieza más profunda. Se tienen varias opciones que son efectivas:
Con microondas: Se debe humedecer la esponja y meterla en el microondas, durante uno a dos minutos. El calor elimina la mayoría de las bacterias. Es muy importante que la esponja esté húmeda y verificar que no tenga ninguna parte o residuo metálico.
Con cloro diluido: Mezclar de 60 a 100 mililitros de cloro en un litro de agua, según las instrucciones del fabricante del producto de cloro de su preferencia, y dejar la esponja remojando en la solución, durante cinco minutos. Es importante enjuagarla muy bien con abundante agua, para eliminar cualquier residuo del mismo.
Secado y reemplazo. Después de desinfectarla, exprimirla nuevamente y dejar que se seque por completo, al aire libre. Por supuesto que la esponja no será eterna; incluso, con las medidas de limpieza adecuadas, después de un tiempo, la esponja debe desecharse. Si comienza a notar mal olor, un color extraño o la textura deteriorada, es recomendable reemplazarla.
Alternativas más ecológicas y sostenibles
En los últimos años, la preocupación por el impacto ambiental de los productos de limpieza ha impulsado el desarrollo de opciones más respetuosas con el planeta. Las esponjas sintéticas, al estar hechas de plásticos derivados del petróleo, se ha demostrado que liberan microplásticos al deteriorarse, contaminando el agua y los ecosistemas marinos. Frente a ello, cada vez más consumidores optan por alternativas ecológicas, entre ellas:
Esponjas naturales de luffa (estropajo vegetal): Provienen del fruto seco de la planta Luffa aegyptiaca, una enredadera de la familia de las cucurbitáceas. Estas son 100 % biodegradables, compostables y libres de microplásticos. Además, tienen una textura ideal para limpiar sin rayar y pueden durar varias semanas con el cuidado adecuado.




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