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Bichón maltés




No, no es un gran escarabajo o insecto enorme, por el contrario, es un tierno animalito peludo; se trata de una raza de perro miniatura o toy (juguete, en inglés). Y es que su aspecto lindo, pequeño tamaño y temperamento dulce hacen que parezca un auténtico peluche, que se puede llevar a todos lados.


Esta raza es una de las más antiguas y, desde siempre, ha sido muy valorada dentro de la alta sociedad, como perro de compañía.


Características

El bichón maltés es sofisticado, con porte, y lo que más lo distingue es su sedoso pelaje liso, de un auténtico color blanco. Es de cuerpo compacto, aunque ancho; tiene las orejas caídas y la cola ligeramente rizada sobre su espalda; sus ojos y su nariz son oscuros. Camina de manera elegante, con la cabeza bien alta y con pasos ligeros y fluidos. El rango de tamaño de machos y hembras es de 20 a 25 centímetros, y su peso oscila entre los tres y cuatro kilogramos. Una ventaja de estos perritos, que los hace aún más ideales para tener en casa, es que su muda de pelo es ligera, además de que están considerados como una raza altamente hipoalergénica.



En 1792, Carlos Linneo, científico, naturalista y botánico sueco, describió a los bichones malteses, comparando su tamaño con el de las ardillas.

Temperamento y convivencia

El carácter del bichón maltés es un poco contradictorio, o bien, irónico, pues es un perro dulce, cariñoso, amigable e inteligente. A pesar de su pequeño tamaño, es enérgico, por lo que le gusta salir a pasear y jugar. Sin embargo, ante algo que le desagrada, muestra un mal genio; además, es un vigilante nato, por lo que, ante ruidos o personas extrañas, ladra y ladra, de forma estridente e irritante. Como ya mencionamos, esta raza, desde sus inicios, fue criada para la compañía, por lo que es ideal para familias, niños y adultos mayores, y se adapta muy bien a espacios pequeños, como los departamentos.



Origen

Las raíces de este perro se encuentran en el Mediterráneo Central. De hecho, según los estudiosos y conocedores, la raza ya existía en la antigua Roma, Grecia y Egipto, ya que, de acuerdo con información de Purina, su figura aparece retratada en estatuillas de las tumbas de faraones y se le hace mención en textos de filósofos romanos y griegos. Estos últimos, representaban a estos canes en el arte cerámico, además de que les erigían sus propias tumbas.


Es así que el adjetivo en su nombre, maltés, no necesariamente indica que la raza sea originaria exclusivamente de la isla de Malta; se piensa que tal término puede ser un derivado de la palabra semítica màlat, que significa “refugio” o “puerto”, y que pudiera ser raíz de los nombres marítimos cercanos a la zona, como la isla de Meleda, la ciudad de Melita e, incluso, Malta, por ejemplo. Por lo tanto, el nombre de esta raza canina estaría haciendo referencia a los puertos del Mediterráneo Central.


De acuerdo con la página de Hill’s, un ejemplar de bichón maltés popular en la historia fue propiedad de Publio, gobernador de Malta, en el siglo I. El perrito se llamaba Issa y, de acuerdo con una inscripción, era “travieso, más puro que el beso de una paloma, más dulce que una doncella, más valioso que las joyas indias”.


Desde aquellos remotos siglos, el bichón maltés ha tenido presencia dentro de las clases altas y se mantuvo así a lo largo del tiempo. Era llevado, principalmente, por las mujeres ricas, quienes, dado su tamaño, lo metían en sus pecheras o mangas.



En el siglo XVII, la raza casi desaparece debido a que se comenzó a cruzar con otras razas, dando lugar a diversas variedades y mezclas. De ahí, surgió el bichón habanero o el bichón frisé (de pelo rizado), los cuales son más activos y de pelaje colorado, a diferencia del maltés, que es blanco puro.


Cuidados

A diferencia de otros perros, cuyo pelaje tiene un largo promedio y no requieren de cortes constantes, los bichones malteses son de pelo largo; puede crecer tanto como una cabellera que hasta puede llegar a arrastrar por el piso. Lo más común es que se les recorte el pelaje, pero, a algunas personas, les gusta dejárselo largo, para poderlos peinar. En ese caso, es preciso cuidarlos con mucha delicadeza, cepillándolos diariamente, para evitar nudos.


Para mantener su pelaje completamente blanco, se debe lavar a profundidad, pero es importante recordar que todos los perros en general deben bañarse cada cuatro semanas, para evitar problemas de piel.


Como cualquier perro, requiere de ejercicio para liberar su energía, pero un paseo diario, de una hora, máximo, será más que suficiente. Si ese tiempo se divide en pequeños períodos al día, mucho mejor.


En cuanto a la alimentación, el bichón maltés tiende a ser un poco quisquilloso con su comida, por lo que su dieta debe adecuarse a sus necesidades y debe ser recomendada por un médico veterinario.


Las enfermedades comunes en los perros de esta raza son las reacciones alérgicas cutáneas, que pueden derivar en eccema o en una dermatitis atópica. Los síntomas de estos padecimientos son enrojecimientos en la piel, erupción de granos y picores.


La gingivitis y la periodontitis (acumulación de sarro) son otros problemas característicos de los bichones malteses, debido a su boca pequeña, que favorece el apiñamiento de los dientes y dificulta la limpieza. Para contrarrestar los riesgos, es necesario el cepillado dental casero constante, con los productos y de la forma que indique el veterinario.


De igual manera, esta raza está predispuesta a la luxación de rótula, por lo que el perro no debe practicar ejercicio demasiado intenso, sobre todo, cuando es cachorro, de dos a cuatro meses. Se recomienda esperar a que el can alcance los ocho meses de edad, para que comience a realizar actividad física “exigente”. 


La esperanza de vida de estos perritos oscila entre los 12 y 14 años, sin embrago, pudieran llegar a vivir hasta 17 años, dependiendo de su estado de salud y de su línea de sangre.



El primer bichón maltés que se presentó en una exhibición en Estados Unidos, en la primera exposición canina de Westminster, en 1877, era blanco y se registró como ‘perro león maltés’. Por su parte, esta raza fue registrada por el American Kennel Club hasta 1888.

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