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¡Famosos cancelados!



La cultura de la cancelación es un fenómeno social que ha ganado relevancia en la era digital, especialmente en las redes sociales, en los últimos años. Se refiere al acto de boicotear masivamente, a través de estos medios, a una persona famosa, organización o, incluso, una obra cultural a causa de que éstos realizaron acciones, hicieron comentarios o tuvieron comportamientos que la gente o público considera ofensivos, insensibles o problemáticos. Las personas que son "canceladas" suelen ser objeto de críticas masivas, presión pública y el rechazo de una buena parte de la sociedad, lo que las conduce a la pérdida de oportunidades laborales y a alejarse de la vida pública durante un tiempo. Este fenómeno ha afectado a diversas figuras, desde celebridades y personalidades de distintos giros hasta marcas, empresas o productos, y no sólo se ve en nuestro país, sino que, al parecer, se presenta a nivel mundial.


Características principales de la cultura de la cancelación:


Idea de justicia: La cancelación busca que los individuos enfrenten consecuencias por su comportamiento. Sin embargo, hay debates sobre si este tipo de reacciones pueden llegar a ser desproporcionadas o si realmente buscan el cambio de actitud o sólo la condena pública.


Redes sociales como plataformas clave: Las plataformas digitales, como Facebook, Instagram o TikTok, son los principales medios donde ocurren estos movimientos. Los usuarios se organizan rápidamente para "cancelar" a alguien, a través de publicaciones donde dan el contexto y hacen comentarios de desprestigio en todo lugar en donde se mencione a la personalidad en cuestión, lo que permite que el mensaje se difunda a gran escala en poco tiempo.


Temporalidad: Generalmente, las cancelaciones que han sufrido ciertas personas han sido temporales; es decir, no duran para siempre. Esto se debe, principalmente, a dos razones. La primera es que la personalidad en cuestión termina mostrando el comportamiento deseado, como una disculpa y/o un cambio en su conducta, lo que ayuda a que el “caso se cierre”. Y la segunda es que la sociedad se distrae con algún otro hecho polémico, haciendo que se vaya olvidando del anterior, sobre todo cuando la persona se ausenta, por un tiempo, del foco público. Aunque el escándalo vivido en su momento sí puede tener una consecuencia en popularidad a largo plazo, han sido muy pocos los casos en los que la cancelación se extiende y se mantiene por años.


Cómo surgió


Este fenómeno de la cancelación no tiene un origen específico, pero se pueden determinar varios eventos y tendencias que influyeron en su desarrollo:


La popularización de las redes sociales, a partir de la década del 2000, jugó un papel fundamental en el surgimiento de la cultura de la cancelación. Las plataformas digitales crearon espacios donde las voces de los individuos, comunidades y grupos sociales podían amplificarse de manera masiva, a menudo, sin filtros ni mediadores. Esto permitió que las personas pudieran organizarse rápidamente y tomar acciones colectivas contra figuras públicas, empresas o, incluso,

instituciones que consideraran que estaban haciendo o diciendo algo inapropiado.

La capacidad de hacer viral un hashtag o una publicación fue clave para hacer que situaciones controversiales alcanzaran atención global en cuestión de minutos u horas. De esta manera, se empezó a generar un tipo de "juicio público" instantáneo, que, anteriormente, no era posible.




Harvey Weinstein
Harvey Weinstein

Por otra parte, están los movimientos influyentes. Uno de ellos fue el #MeToo, que comenzó a ganar fuerza en 2017. Este movimiento fue una respuesta al acoso sexual y abuso que enfrentaron muchas mujeres en la industria del entretenimiento y en otros sectores. La denuncia pública contra figuras, como Harvey Weinstein, desencadenó una oleada de acusaciones y cuestionamientos sobre el comportamiento de otras personalidades prominentes. El movimiento, también, permitió que otras personas se sintieran valientes para compartir sus propias historias en estos medios.


La idea detrás del #MeToo era visibilizar y responsabilizar a los agresores, y eso llevó a la "cancelación" de varias figuras públicas. A través de las redes sociales, las voces de las víctimas y los defensores de la justicia social hicieron eco, llamando a boicotear a los acusados y demandando que enfrentaran las consecuencias de sus actos. Además, el Black Lives Matter, también, desempeñó un papel fundamental, al poner en el centro el debate sobre la justicia racial, la opresión y la violencia.


Los movimientos por la justicia racial y social influyeron directamente en cómo se percibían ciertas figuras, marcas y prácticas. De manera similar, las protestas y demandas por cambios en la cultura social promovieron una reflexión más crítica sobre cómo las figuras públicas y las instituciones deberían comportarse.


A lo largo de los años, la idea de responsabilidad social se fue ampliando, y las figuras públicas, en especial, celebridades y líderes, empezaron a ser más conscientes de que sus palabras y acciones podían ser ampliamente evaluadas por el público. El acceso de las audiencias a la información y la transparencia que ofrecen las redes sociales contribuyó a un cambio en la mentalidad colectiva sobre la responsabilidad. Ya no sólo se trataba de los juicios de una élite o de los medios tradicionales, sino de las voces de la gente común que, a través de las plataformas sociales, podían influir en la narrativa.


De esta manera, la cultura de la cancelación surgió como una manifestación de justicia social y de desafío a los sistemas de poder. En lugar de depender únicamente de sistemas legales o de medios tradicionales, la sociedad comenzó a tener un mayor control sobre la "justicia social", lo que le dio un poder significativo a las audiencias.


Igualmente, en un mundo en el que las cámaras y los dispositivos móviles son omnipresentes, la gente tiene un nivel más alto de vigilancia sobre las figuras públicas. Las declaraciones antiguas o las conductas pasadas pueden ser fácilmente descubiertas y redistribuidas a través de internet. Las personas que, alguna vez, disfrutaron de anonimato o del paso del tiempo sin que sus acciones se revisaran, ahora, son expuestas y juzgadas por sus comentarios, actitudes y comportamientos previos, como ocurrió con Kevin Hart, J. K. Rowling y muchos otros.


Finalmente, el surgimiento de medios digitales independientes y de análisis de noticias en línea, también, contribuyó a la cultura de la cancelación. Los medios tradicionales tienen filtros más estrictos, pero las plataformas digitales permiten a los usuarios publicar y difundir noticias sin una estructura editorial que filtre o evalúe la información. Este cambio ha permitido que temas de cancelación se vuelvan virales rápidamente y que el juicio de la opinión pública se convierta en un proceso más colectivo y descentralizado.


En los últimos años, han surgido varios ejemplos de personas o materiales que han sido "cancelados", tales como:





Kevin Hart (Comediante y actor estadounidense)

Kevin Hart fue cancelado en 2018, cuando resurgieron tuits que había hecho una década antes, en los que hacía comentarios homofóbicos. A pesar de sus disculpas y de su intento de rectificar, el tema siguió siendo un punto de discusión, por lo que Hart tuvo que renunciar a su rol como anfitrión de los Óscares de 2019.


J. K. Rowling (Escritora)

La autora de la famosa saga de Harry Potter ha sido cancelada por comentarios que muchos usuarios interpretaron como transfóbicos, en 2020. Pese a la controversia, Rowling se ha mantenido firme en sus opiniones, lo que ha generado un debate intenso sobre la libertad de expresión, por un lado, y la protección y el respeto de los derechos de las personas transgénero, por el otro.


Gina Carano (Actriz)

La actriz de la serie The Mandalorian fue cancelada en 2021, tras una serie de publicaciones en redes sociales que muchos consideraron insensibles o políticamente controvertidas. En particular, comparó la situación política en Estados Unidos con el ascenso del nazismo en Alemania y expresó opiniones que fueron ampliamente criticadas por diversos sectores. Como resultado, Disney decidió despedirla de The Mandalorian.


Gone with the Wind (Película)

Esta cancelación es uno de los muchos ejemplos que evidencian cómo la sociedad va cambiando y cómo los productos audiovisuales deben ajustarse a esas transformaciones. Pese a haberse estrenado en 1939 y ser una película de referencia de la historia del cine, Gone with the Wind (Lo que el viento se llevó) fue retirada temporalmente de HBO Max debido a su trama, que representa (considerado de forma insensibe hoy en día) la esclavitud y los estereotipos raciales de la época. La película es un clásico del cine estadounidense, pero sus críticas raciales y su glorificación de la esclavitud la convirtieron en un punto de discusión sobre la representación de la historia en los medios. La película fue devuelta al catálogo de la plataforma posteriormente, con un aviso previo que contextualiza el contenido.



Pepe Le Pew (Dibujo animado)

Es un conocido personaje de las viejas series de dibujos animados de Warner Bros., Looney Tunes y Merrie Melodies, introducido por primera vez en 1945. Es un zorrillo que se caracteriza por ser muy insistente con la hembra que quiere, en busca de su amor. En 2021, se inició una cancelación en su contra, por considerar que su actitud normaliza y perpetua la “cultura del acoso”.


Ellen DeGeneres (Presentadora de televisión estadounidense)

Fue cancelada en 2020, después de que los televidentes la acusaron a ella y a su equipo de crear un ambiente tóxico en el set de su programa, The Ellen DeGeneres Show. Exempleados denunciaron abuso verbal y acoso laboral, señalando que, en realidad, no era la persona amigable que se muestra frente a las cámaras, lo que llevó a una investigación interna por parte de WarnerMedia. Ellen también enfrentó críticas por su actitud distante y por la forma “agresiva” y poco amable en la que trató a varios invitados y colaboradores. Aunque el programa continuó, la imagen de Ellen se vio dañada, perdiendo muchos seguidores en redes y fans.



Johnny Depp y Amber Heard(Actores)

Johnny Depp fue cancelado en 2016, luego de que su exesposa, la actriz Amber Heard, lo acusara de abuso doméstico e iniciara un proceso judicial. Aunque Depp negó las acusaciones y demandó a Heard, por difamación, su imagen se vio afectada en Hollywood, con la pérdida de papeles importantes, como su rol de Jack Sparrow, en la franquicia de Piratas del Caribe, de Disney. La batalla legal entre Depp y Heard siguió durante años, y aunque Depp fue respaldado por algunos de sus seguidores, su carrera sufrió un golpe significativo debido a la controversia. Al final, en 2022, la corte de Estados Unidos falló, en gran medida, a favor del actor, lo que le ayudó a comenzar con la recuperación de su carrera actoral, sus contratos comerciales y el aprecio del público.


Por su parte, a lo largo de todo el conflicto, Heard también fue cancelada por parte de los seguidores de Depp, quienes la señalaron de mentirosa; su mala reputación incrementó durante el juicio de 2022, donde se presentaron varias evidencias en su contra. Hoy en día, Heard vive alejada del ojo público, en España.


Bill Cosby (Comediante y actor)

Bill Cosby fue cancelado tras ser condenado por múltiples casos de abuso sexual. Durante años, Cosby fue una figura venerada, pero, en 2014, comenzaron a salir a la luz acusaciones de agresión sexual, por parte de mujeres. Finalmente, Cosby fue condenado en 2018 y su reputación fue completamente destruida. Este caso es uno de los más representativos del movimiento #MeToo.

 

Tenoch Huerta(Actor mexicano)

Se hizo particularmente famoso por haber interpretado al villano Namor en la película Black Panther: Wakanda Forever, del Universo Cinematográfico Marvel (UCM), en 2021. Sin embargo, en 2023, fue cancelado debido a que sufrió acusaciones de agresión sexual, por lo que dejó de grabar una película. Pese a este mal episodio, recientemente, el actor anunció su regreso a la pantalla grande, al UCM, para la película Avengers: Doomsday.

Otros ejemplos muy mediáticos de cancelación son el del futbolista Gerard Piqué, quien fue cancelado en 2022, luego de que se diera a conocer que le había sido infiel a Shakira; y, muy particularmente, en nuestro país, actualmente, está la cancelación de Ángela Aguilar y Christian Nodal, cantantes de regional mexicano, a causa de que él dejó a su pareja, Cazzu, con la que tuvo una hija, por estar con Aguilar.


El debate


A medida en que la cultura de la cancelación ha crecido, también, ha generado una gran cantidad de críticas. Algunas personas ven a este fenómeno como una forma legítima de responsabilizar a figuras públicas y empresas por sus actos y palabras dañinas, mientras que otras critican la práctica, por ser excesivamente punitiva, desproporcionada y, a veces, incluso, injusta. Los críticos de la cultura de la cancelación argumentan que no se deja mucho espacio para el perdón o el cambio, y que las personas pueden ser "arruinadas" por errores pasados, sin que la sociedad les dé oportunidad de redimirse. Sin duda, es un tema complejo, que debe analizarse cuidadosamente desde múltiples aristas, que nos invita a reflexionar sobre el gran poder del internet, de las redes sociales y de los medios digitales de comunicación, por lo que deben ser utilizados con responsabilidad por todos los usuarios. 

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