El 3 de julio de 1955, se llevaron a cabo los comicios para elegir a los diputados federales de la XLIII Legislatura, siendo la ocasión en que las mujeres mexicanas acudieron por primera vez a las urnas a emitir su voto.
El derecho al sufragio femenino en México comenzó en febrero de 1947, cuando se decretó, en el Diario Oficial de la Federación, el permiso para participar como votantes y candidatas en elecciones municipales. Luego, en octubre de 1953, el entonces presidente, Adolfo Ruiz Cortines, les otorgó el derecho en el ámbito federal, cumpliéndose dicha reforma hasta 1955.
Pese al evento histórico que representaron las elecciones de aquel 3 de julio de 1955, en temas de igualdad, la participación femenina en comicios no tuvo gran trascendencia sino hasta después de, al menos, dos décadas, ya que, en la mayoría de los casos, las mujeres votaban por quienes sus esposos o padres les indicaban. En cuanto a ser votadas, la primera gobernadora estatal electa fue Griselda Álvarez, de Colima, en 1979.