El 10 de agosto de 1937, George D. Beauchamp, inventor estadounidense especializado en instrumentos musicales, acudió a la Oficina de Patentes de Estados Unidos, para registrar la primera guitarra eléctrica, la cual había creado en 1931, con ayuda del ingeniero eléctrico suizo Adolph Rickenbacker.
Este nuevo modelo surgió ante la necesidad de los músicos de jazz de lograr que el sonido se escuchara más fuerte, ya que, si bien la guitarra acústica era el instrumento más popular, por adaptarse muy bien a los diferentes estilos musicales, ser de bajo costo y de fácil transporte, el sonido que producía no tenía el alcance que requerían las grandes orquestas. Así, el invento de Beauchamp y Rickenbacker ofreció una solución al problema, al contar con la posibilidad de conectarse a un aparato amplificador, el cual también fue desarrollado por ellos, en 1935.
La llegada de la guitarra eléctrica supuso una revolución en los sonidos de la música popular de ese tiempo en Estados Unidos, como el jazz, el R&B y el country, y significó el inicio del rock & roll.