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Jeff Bezos, en busca de la inmortalidad



¿Qué tienen en común la figura en general del vampiro; el personaje de Dorian Gray, creado por Oscar Wilde; y Jeff Bezos, fundador de Amazon? Que ninguno de los tres envejece y son inmortales; bueno, al menos, eso es lo que busca Bezos, el hombre más rico del planeta, cuya fortuna asciende a 211 mil millones de dólares, según el último reporte del índice de multimillonarios de Bloomberg, quien ha dejado claro que lo que le interesa son los proyectos extravagantes y a lo grande. Así lo ha demostrado con Blue Origin, otra de sus empresas, que está enfocada al transporte aeroespacial, con el objetivo de proveer vuelos orbitales y suborbitales, tanto para misiones oficiales de Estados Unidos como privadas.


En la novela de Wilde, Dorian Gray estuvo dispuesto a vender su alma con tal de conservarse siempre joven, mientras que Bezos, al parecer, no escatima en invertir buena parte de su dinero en investigaciones que conduzcan a encontrar la fórmula para detener el envejecimiento, recuperar la juventud y, ¿por qué no?, volverse inmortal; un fenómeno que, por el momento, sólo es posible en las películas y relatos de ciencia ficción, pero que ya empieza a intrigar a algunos genetistas, biólogos y médicos, entre otros científicos.


Es por ello que, de acuerdo con información del MIT Technology Review, Bezos, junto con otros visionarios, como el empresario, capitalista de riesgo y físico ruso-israelí Yuri B. Milner, ha depositado sus esperanzas y sus millones en Altos Labs, la startup, fundada a principios de este año, en Silicon Valley, la cual se ha encargado de realizar experimentos para conseguir la vida eterna terrenal, y que, según se dice, ya ha encontrado la clave: la reprogramación celular, es decir, haciendo que las células se comporten de forma opuesta al proceso que causa el envejecimiento, añadiéndoles proteínas especiales para que vuelvan a un estado similar al de las células madre; de este modo, se ‘rejuvenecen’, conservándose así por un buen tiempo.


Lógicamente, para que esos estudios sean posibles, no sólo se requiere dinero, sino, además, el conocimiento de los expertos en las áreas científicas involucradas. Así, en el proyecto también colabora el médico japonés Shinya Yamanaka, ganador del Premio Nobel de Fisiología y Medicina en 2012, junto al biólogo británico John Gurdon, precisamente, por descubrir que las células adultas pueden reprogramarse para convertirlas en pluripotentes. Yamanaka es el autor de la tecnología que se está utilizando en las pruebas de Altos Labs e, igualmente, se desempeña como supervisor de éstas.

Asimismo, está el español Juan Carlos Izpisúa Belmonte, farmacéutico, especializado en biología del desarrollo, del Instituto Salk, en California, quien es conocido por su participación en otras investigaciones de carácter genético, específicamente, en una que se publicó recientemente, la cual consistía en crecer embriones con células de monos y humanos, con el objetivo de crear nuevos órganos que sirvan para trasplantes. Se lograron 132 embriones, de los cuales, al menos, tres crecieron fuera del útero; sin embargo, se interrumpió la experimentación por cuestiones éticas.


En cuanto al proyecto por la inmortalidad, las ideas de Yamanaka e Izpisúa ya fueron probadas en 2016, con la reprogramación de proteínas en ratones vivos; y cabe decir que los resultados fueron parcialmente exitosos, ya que, si bien lograron la reversión de la edad en los roedores, a muchos de ellos les brotaron tumores malignos. Aun así, ambos científicos creen que van por buen camino y, con el debido perfeccionamiento de su método y con más estudios, habría una alta posibilidad de prolongar la vida y la juventud entre 50 y 60 años más; aunque también son conscientes de que falta mucho camino por recorrer, por lo que la idea de la eterna juventud sigue siendo más cosa de ficción que de realidad.



Como si se tratara de un villano de película, que promete no descansar hasta llevar a cabo su macabro plan, esta no es la primera vez que Jeff Bezos invierte su fortuna en este propósito. En 2018, trascendió que, junto con Peter Thiel, empresario, cofundador de PayPal, estaba financiando las investigaciones de Unity Biotechnology, compañía desarrolladora de fármacos y tratamientos enfocados a prevenir el envejecimiento y las enfermedades asociadas éste.

En la mitología griega, Prometeo era un titán que le regaló a los hombres el fuego y el arte de la metalurgia para poder sobrevivir, acto por el cual fue castigado por Zeus, quien lo condenó a vivir eternamente recargado sobre una roca, mientras un águila le devoraba, poco a poco, el hígado, pues sólo las deidades podían intervenir en la vida de los humanos, apoyándolos o reprimiéndolos. En la novela de Frankenstein o el moderno Prometeo, de Mary Shelley, el doctor Frankenstein perece a manos del monstruo que él creó. Habría que poner atención al mensaje de estas historias, pues, aunque ha quedado claro que la ciencia ha traído muchos beneficios a la humanidad, especialmente en el campo de la medicina, son un buen ejemplo de lo que sucede cuando los mortales juegan a ser dioses, atentando contra las leyes de la naturaleza. ¿Usted qué opina?

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