México, “el ombligo de la Luna”… ¿Y los demás?
- paginasatenea
- 2 jun
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Actualizado: 5 ago

América es un continente vasto y diverso, compuesto por una rica variedad de culturas, lenguas, historias y tradiciones. Cada uno de sus países tiene una identidad propia, la cual se ve reflejada, entre otras cosas, en su nombre, que encierra un significado particular, muchas veces, relacionado con su geografía, sus pueblos originarios o su historia colonial. Explorar el origen y el significado de los nombres de los países americanos nos permite descubrir una dimensión simbólica y profunda de la región, que revela cómo estos territorios han sido nombrados, concebidos y representados a lo largo del tiempo. A continuación, empezando desde el norte hacia el sur, le contamos brevemente el porqué del nombre de algunos países de nuestro continente.
Canadá
De acuerdo con el sitio del gobierno de dicho país, se tiene aceptado que el nombre “Canadá” surgió de una interpretación fonética de una palabra del hurón-iroquois, un dialecto de los indios norteamericanos wyandot, que vivían alrededor del lago Ontario. El vocablo en cuestión es kanata, que significa “aldea” o “asentamiento”. Se dice que, en 1535, dos jóvenes nativos le indicaron al explorador francés Jacques Cartier la ruta para llegar a una kanata cercana, refiriéndose a la aldea de Stadacona, donde se encuentra actualmente la ciudad de Quebec. Así, Cartier transcribió el vocablo como “Canadá” y lo utilizó para referirse no sólo a dicha aldea, sino a todo el territorio aledaño, al norte del río San Lorenzo (el cual desemboca en el lago Ontario). La misma fuente explica que el primer uso de “Canadá” como nombre oficial de la región se dio en 1791, cuando lo que hoy es Quebec se dividió en las colonias de Alto Canadá y el Bajo Canadá. Sin embargo, en 1841, ambas colonias se reunificaron, bajo el nombre de Provincia de Canadá. De ahí, se fueron sumando otras colonias británicas de América del Norte hasta que la nación obtuvo su independencia, en 1931, bajo dicho nombre.
Estados Unidos
Su nombre oficial es Estados Unidos de América, y éste deriva de su proceso de independización, en 1776. A partir de que se dio el descubrimiento del continente americano, a finales del siglo XV, comenzó un proceso de colonización del territorio por parte de diferentes países europeos. Fue así que, en la costa este del norte de América, la Corona británica estableció 13 colonias: Massachusetts, New Hampshire, Rhode Island, Connecticut, Nueva York, Nueva Jersey, Pennsylvania, Delaware, Maryland, Virginia, Carolina del Norte, Carolina del Sur y Georgia. Ante el creciente descontento de dichas colonias con las políticas impuestas por la Corona, éstas decidieron aliarse e independizarse del Reino Unido. La Declaración de Independencia del 4 de julio 1776 hace mención de los representantes de “los Estados Unidos de América”, que hace referencia a la alianza de las colonias americanas por emanciparse más que como un nombre propio. No obstante, dicho nombre se determinó formalmente en 1777, durante el Segundo Congreso Continental.
Guatemala
La historia del nombre de dicho país es muy similar a la de Canadá. Es la castellanización del vocablo náhuatl quauhtemallan. Según la Agencia Guatemalteca de Noticias (AGN), el historiador guatemalteco Aníbal Chajón, en Mesoamérica, los comerciantes mexicanos llamaban quauhtemallan a la ciudad de Iximché (en la zona de Guatemala), que es donde se asentaba el pueblo cakchiquel. Esto, porque el símbolo de una de las casas fundadoras de Iximché era un águila dentro de un recuadro, como si estuviera encerrada; y quauhtemallan significa “lugar del águila cautiva”. Como los españoles no podían pronunciar ni escribir tan fácilmente la palabra, la adaptaron a “Guatemala”. Se sabe que la primera vez que el nombre de Guatemala apareció documentada fue en una crónica que Pedro de Alvarado le envió a Hernán Cortés, en 1524, donde le relata su viaje desde el Soconusco (en Chiapas) hasta Iximché.
La AGN también indica que el Diccionario histórico biográfico de Guatemala señala que, en julio de 1525, la palabra “Guatemala” se usaba para designar a toda la provincia, y, posteriormente, pasó a nombrar a todo el reino, que comprendía desde Chiapas hasta Costa Rica. Cuando las provincias que formaban el Reino de Guatemala se independizaron de España, en 1821, el territorio adquirió provisionalmente, hasta que, en 1847, se denominó Guatemala sólo a la República.
Belice
De acuerdo con la Enciclopedia Británica, el nombre de dicho país puede tener dos posibles raíces. Una de las teorías es que deriva de la pronunciación española del apellido de Peter Wallace, quien fue un bucanero escocés que, se cree, pudo haber iniciado un asentamiento en la desembocadura del hoy llamado río Belice, alrededor de 1638.
Otra posibilidad es que derive de belix, vocablo maya que significa “agua turbia”, o bien, de belikin, que es “tierra frente al mar”.
Honduras
No se tiene muy claro el origen y existen varias versiones. La leyenda más extendida y aceptada dice que, en 1502, Cristóbal Colón y su tripulación apenas lograron llegar a salvo a la costa hondureña a causa de una tormenta que casi les provoca un naufragio. Se dice que, al pisar tierra firme, Colón exclamó: “¡Gracias a Dios, hemos salido de estas hunduras!”, haciendo referencia a la profundidades marinas, de modo que identificó así a la región de la costa. De hecho, se cree que esa anécdota también le dio nombre al cabo Gracias a Dios, ubicado en la frontera entre Nicaragua y Honduras. Sin embargo, otros historiadores le atribuyen la frase a los exploradores Juan de Dios de Solís y Vicente Yáñez Pinzón, en 1508. Lo anterior coincide con lo señalado por el historiador chileno Robustiano Vera, quien afirma que los navegantes identificaron las aguas costeras de la región como “honduras” o “fondos”.
El Salvador
A raíz de la colonización española, en el territorio que hoy pertenece al país, Pedro de Alvarado fundó la villa San Salvador, en 1525, en alusión a Jesucristo, “el salvador del mundo” en las religiones cristianas. Dicha referencia reflejaba el deseo de los colonizadores de evangelizar y “salvar” a los nativos indígenas. En un artículo del diario elsalvador.com, relacionado con este tema, puede leerse lo siguiente: «El nombre El Salvador fue tomado de San Salvador, nominación que los españoles dieron a la primera villa que fundaron en estas tierras”, detalla el libro “El nombre oficial de la República de El Salvador”… Tras la independencia y su negativa de anexarse al Imperio Mexicano, para 1824, las autoridades acordaron constituir un Estado federal, con el nombre de El Salvador, denominación que se confirmó al emitirse, el 12 de junio de ese año, la Primera Constitución Política del país».
Nicaragua
De acuerdo con la BBC, el nombre tiene dos posibles orígenes. Algunas personas señalan que deriva del nombre de un antiguo jefe indígena, llamado Nicarao, más el agregado de la palabra española “agua”. Otras versiones indican que proviene de Nicanahuac, término en náhuatl con el que el pueblo nahoa se refería a dicho territorio, que significa “hasta aquí llegaron los nahoas”; luego, la palabra se transformó en “Nicaragua”, debido a la dificultad de los colonos españoles para pronunciar el vocablo original.
Costa Rica
La leyenda más popular, difundida por varias fuentes, indica que Cristóbal Colón, al llegar al territorio que hoy pertenece a dicho país, en su cuarto y último viaje, en 1502, se encontró con grandes cantidades de oro, de modo que la identificó como la “Costa Rica”. No obstante lo romántica que suene esta historia y pese a que, en sus crónicas, sí relató que vio “más signos de oro en la zona tan sólo en los primeros dos días que en años en otras exploraciones, en sus libros, siempre se refirió al área como “La Huarta”, no como “Costa Rica”. Se dice que permaneció en el lugar alrededor de 17 días (tiempo que tardaron en quedar reparados su barcos); después, regresó a España y nunca más regresó.
Por otro lado, otra versión (un poco más creíble por cómo se dio el proceso de colonización) menciona a Gil González Dávila, un explorador español, que, precisamente, fue jefe de la expedición y exploración del territorio de Costa Rica. Se dice que intentó despojar a los indígenas del oro que ellos habían extraído de los ríos de la península de Osa, en un sangriento enfrentamiento, en 1522, por lo que algunos historiadores le atribuyen a él el nombre del país.
Panamá
Al igual que otros países que hemos mencionado anteriormente, Panamá es otro ejemplo que el origen de su nombre no se sabe con seguridad y del que se tienen varias posibilidades. La BBC explica que la nación se llama así por una palabra indígena de los pueblos de esa zona, cuyo significado es “abundancia de peces y mariposas”. También, se dice que proviene de un árbol llamado panamá, el cual era usado por los nativos para realizar reuniones. Y una tercera versión señala que deriva de la frase panna maien lengua indígena cuna, que significa “más allá”.
Colombia
De acuerdo con la biblioteca virtual del Banco de la República de Colombia, tanto antes como después del proceso inicial de independencia de la Corona española, al conjunto de provincias que conformaban lo que hoy es el Estado colombiano se le conocía como Nueva Granada. Fue en 1819 cuando se proclamó la creación de la República de Colombia. Este último término es un homenaje a Cristóbal Colón, quien llegó a América en 1492. La palabra deriva de “Colombo”, su apellido en italiano. Según la fuente antes mencionada, la palabra “Colombia” fue empleada por primera vez por el venezolano Francisco de Miranda.
Ecuador
El país comenzó a llamarse de esa forma a partir de 1830, cuando se separó del territorio de la Gran Colombia, que, entonces, incluía, además, lo que hoy es Venezuela, Colombia y Panamá. La nueva nación adquirió esa denominación por cuestiones geográficas y astronómicas, ya que está ubicada a la altura de la línea horizontal imaginaria que divide al planeta Tierra en los hemisferios norte y sur, llamada, precisamente, “ecuador” o “línea ecuatorial”.
Venezuela
El origen del nombre de dicha nación se atribuye a dos versiones. La primera tiene que ver con la percepción de los europeos acerca de la forma de vida de los nativos indígenas de esa zona. Fue en 1499, cuando Colón llegó al lugar, en su tercera expedición hacia nuestro continente. El italiano Américo Vespucio era parte de la tripulación, y se dice que, al explorar las costas del lago de Maracaibo, observó que los palafitos (cabañas construidas sobre pilares de madera, sobre terrenos acuáticos) se parecían mucho a las construcciones de Venecia, en Italia, por lo que denominó a la zona como “Venezziola”, que significa “pequeña Venecia”. El nombre “Venezuela” derivó de la adaptación de la palabra a la pronunciación española.
La otra versión sugiere que el nombre proviene de un vocablo de las lenguas autóctonas de la región. Se dice que el geógrafo español Martín Fernández de Enciso, otro tripulante de aquella misma expedición de Colón, en su obra Suma de Geografía (1519), explica que había un lugar en el que se asentaban los nativos, al que ellos llamaban Veneciuela, de donde podría derivar el nombre actual del país.
Guyana
Para comprender el porqué del nombre de este país, es preciso explicar la diferencia entre dos palabras muy similares y que, erróneamente, en muchas ocasiones, se usan indistintamente: “Guyana” y “Guayana”. Esta última se refiere a una extensa región geográfica al noreste de América del Sur, que comprende los territorios de Guyana, la Guayana Francesa, Surinam y algunas zonas de Venezuela y Brasil; mientras que “Guyana” es el nombre del país, que, como hemos dicho, forma parte de la región de Guayana. La raíz de ambas palabras se encuentra en las comunidades indígenas que habitaban a lo largo de la Guayana, quienes la llamaban guiana, que significa “tierra de agua” o “tierra de muchas aguas”.
Surinam
De acuerdo con información de la Fundación iO, una organización científica dedicada al estudio y control de las enfermedades infecciosas en el mundo, el nombre actual del país (llamado anteriormente Guayana Neerlandesa, por ser colonia de los Países Bajos) deriva de “surine”, un grupo taíno hablante de arahuaco, que vivía en esa zona antes de la llegada de los europeos.
Brasil
El nombre de dicha nación proviene de un árbol cuyo interior es de color rojo muy brillante, que es endémico de las costas de Sudamérica. Se dice que cuando los portugueses llegaron a esa parte del continente, se encontraron con dicha especie, a la cual denominaron Pau-Brasil, que significa “madera brasa”, puesto que su corteza interna se asemejaba a una llama ardiente. Este árbol fue fundamental en el crecimiento económico de la colonia, ya que, a partir de él, se producía un pigmento colorado que se exportaba muy bien.
Perú
Hay dos versiones sobre el origen del nombre, pero ambas remiten a raíces precolombinas. La primera sugiere que deriva de una civilización preincaica, ubicada al norte del actual Perú. Cuando los primeros exploradores europeos llegaron al lugar, preguntaron a los nativos cómo se llamaba, a lo que ellos respondieron que “Virú”, cuya adaptación fonética terminó en Perú.
La otra versión, y la más comúnmente aceptada, indica que, en su exploración desde el centro hacia el sur del continente, Francisco Pizarro y sus hombres hicieron una parada en lo que hoy es Panamá. En la bahía de San Miguel, al sur de aquel territorio y en los límites de las tierras conocidas hasta ese entonces por los españoles, había un cacique local llamado Birú. De este modo, lo indígenas se referían a esa zona como las tierras de Birú. Aquel nombre se quedó tan grabado en la memoria de Pizarro, que le llamó de ese modo –y, luego, Perú– al resto del territorio sureño de Panamá.
En la Capitulación de Toledo, un documento oficial español que data de 1529, se estipula que el rey de España le concede a Pizarro el título de “gobernador de las tierras y provincias del Perú y de la ciudad de Tumbes.” Cabe aclarar que Perú se ocupaba para designar a todo el Virreinato del Perú, que abarcaba casi todo el continente sudamericano, desde el Istmo de Panamá hasta la Patagonia, exceptuando a Brasil y Venezuela. A partir de la independencia, el territorio se fue reduciendo hasta quedarse con la superficie del actual Perú. Curiosamente, en un artículo de la Universidad de Piura – y, quizá, la duda que le podría surgir a muchos–, se cuestiona por qué el término “Perú”, si surgió de tierras cercanas a Panamá, en el centro del continente, no dio nombre a algún territorio más próximo a dicho país.
Bolivia
Si se sabe un poco de historia universal, el porqué del nombre de este país resulta un tanto predecible. Y es que es un derivado en honor de Simón Bolívar, conocido como “El Libertador”, quien fue una figura importante en el proceso de independencia de varias naciones sudamericanas, como Panamá, Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y, por supuesto, Bolivia.
Paraguay
La BBC indica que hay dos posibles explicaciones sobre el origen del nombre; ambas, derivadas del guaraní, la principal lengua indígena hablada en esa zona, sin embargo, hay controversia en las traducciones, ya que no coinciden. La primera versión dice que Para se refiere a “mar”; Gua, es “originario de”; mientras que y, es “agua”. De manera que el significado completo sería “agua que viene del mar”.
Por otro lado, el investigador paraguayo Jorge Rubiani señala que proviene de Paragua, nombre de un cacique nativo que mantuvo acuerdos con los conquistadores españoles, que se traduce como “corona de plumas”.
Chile
Debido al significado que la palabra tiene para nosotros los mexicanos, puede que, al inicio, pensemos que el nombre de aquel país sudamericano está relacionado con aquellos frutos picantes del género Capsicum, sin embargo, nada más alejado de la realidad, pues, en este caso, el término no tiene nada que ver con la raíz náhuatl ni con su significado en dicha lengua.
De acuerdo con el artículo “El nombre de Chile”, publicado en la Revista Tell, de la Universidad Adolfo Ibáñez, en Chile, en el contexto de aquel territorio, la palabra se asocia a ciertas características de la forma de vida indígena, aunque no hay consenso sobre cuál es la versión más acertada. Desde tiempos prehispánicos, en esa zona, abunda un ave llamada trile, la cual emite un sonido que los antiguos nativos interpretaron con la onomatopeya “thrile, thrile”; de ahí, incluso, el nombre del ave. Debido a la pronunciación de dicha palabra y a su adaptación fonética al español, luego de las conquistas, se transformó en “chile”.
No obstante, la teoría más aceptada señala que “chile” proviene, o bien, de la lengua quechua o de la aymara. En la primera opción, el vocablo raíz sería chiri, mientras que, en aymara, sería chilli; en ambos casos, los términos se relacionan con un sitio remoto, traduciéndose como “confín”, “confín del mundo” o “el lugar más alejado o más hondo de la tierra”.
Argentina
De acuerdo con el Instituto Geográfico Nacional de Argentina, en 1516, el navegante español Juan Díaz de Solís descubrió un río entre los límites de lo que hoy es Argentina y Uruguay. Debido a la errónea creencia de los españoles de que dicho río fluía desde una región rica en plata, lo bautizaron como Río de la Plata; y, luego, de la misma manera, al virreinato de la zona. En alusión a aquel nombre y la creencia relacionada con la riqueza de ese metal precioso, posteriormente, en 1554, el portugués Lopo Homen realizó una pieza cartográfica en la que identificó al lugar como Terra Argentea, palabra derivada del latín argentum, que significa “plata”.
Según la fuente mencionada, en 1602, Martín del Barco Centenera publicó, en Lisboa, la obra Argentina y conquista del Río de la Plata, con otros acaecidos de los reinos del Perú, Tucumán y Estado de Brasil, a partir de la cual se habría de imponer la denominación de Argentina.
Uruguay
Existe controversia sobre las raíces de la palabra, aunque en lo que sí están de acuerdo los lingüistas es en que proviene de la lengua guaraní y que tiene que ver con la fauna encontrada en el hoy llamado Río Uruguay.
Por un lado, se defiende la hipótesis de que significa “río del país donde vive un pájaro”, siendo que urú hace referencia a una especie de ave de la familia Odontophoridae, que antes abundaba en el territorio del país; gua, “que viene de”; y la y, “agua”.
No obstante, también, se cree que podría ser “río de los caracoles”, pensando en la palabra urugua, que es “caracoles de mar”, e y, que, como ya vimos, es “agua”. Esta teoría parece ser la más aceptada y acertada, sobre todo, considerando que una de las principales fuentes de alimento de los antiguos guaraníes era el Pomacea megastoma, un caracol gigante de río, según un artículo de El País Uruguay.
Trinidad y Tobago
Es un país ubicado en el mar Caribe, al noreste de Venezuela. Está conformado por dos islas; la más grande es Trinidad; y la más pequeña, Tobago.
Según información de la Fundación iO, una organización científica dedicada al estudio y control de enfermedades infecciosas en el mundo, antes de la llegada de los europeos, Trinidad estaba poblada por aborígenes caribes y su nombre era Kairi o Leré. La isla fue descubierta en julio de 1498, por Cristóbal Colón, en su tercera expedición a América. De hecho, la manera en la que ocurrió el hallazgo fue la que le dio el nombre al territorio, en honor de la Santísima Trinidad, aunque existen tres versiones del evento. La primera dice que, llegando casi al Nuevo Continente, sobre su ruta inicial, Colón se encontró con flotas francesas, de modo que, para evitarlas, se dirigió hacia aguas ecuatoriales, donde el intenso calor hizo que sus barriles de agua reventaran y la comida se pudriera. En un estado de emergencia, sin agua ni alimentos, llegó providencialmente al sur de la isla, donde había tres colinas que le recordaron a la Santísima Trinidad.
La segunda versión señala que, al ser su tercer viaje al continente, Colón se lo ofreció a la Santísima Trinidad; y la tercera afirma que, simplemente, el explorador había prometido, desde un inicio, nombrar Trinidad a la primera tierra que encontrase en ese viaje.
En cuanto a la segunda isla, fue descubierta en el mismo año que Trinidad, y, al principio, Colón la llamó Bella Forma, debido a sus hermosos paisajes; sin embargo, fue después mejor conocida como Tobago, derivado del término tobbaco o tobajo, una planta nativa que los indígenas quemaban para ahuyentar a los insectos.
Granada y San Vicente y las Granadinas
Granada y San Vicente y las Granadinas son dos países diferentes, pero los mencionamos en un mismo apartado debido a la relación en el porqué de su nombre. En cuanto a Granada, se cree que fue bautizado así por la similitud de su terreno con el de la ciudad española de Granada.
En el caso de la segunda nación, que es un conjunto de islas, formado por una más grande y otras más pequeñas, se dice que Cristóbal Colón nombró San Vicente a la isla principal en honor de San Vicente de Zaragoza, un clérigo hispanorromano, considerado mártir. El resto de las islas fueron conocidas como Granadinas, debido a su tamaño y por su cercanía con Granada, para distinguirlas de esta última.
Barbados
La explicación más aceptada y difundida, aunque no del todo confirmada, señala que fue el explorador portugués Pedro Campos quien la nombró, en 1536, Os Barbados, en referencia a la forma de las raíces aéreas (raíces que crecen fuera del suelo) de los árboles de higuera, pues parecían barbas.
Dominica y República Dominicana
De acuerdo con la página de la Commonwealth of Dominica, del Consulado de Atenas, Grecia, antes de la colonización europea, los nativos llamaban al territorio Waitukubuli, que, en lengua kalinago, significa “alto es su cuerpo”. Se dice que, en su segundo viaje a América, Cristóbal Colón avistó la isla el 3 de noviembre de 1493, tocando tierra firme en domingo. Así, el explorador nombró a la región Dominica, en honor del día de su llegada.
En cuanto a República Dominicana, cuando Cristóbal Colón y su tripulación llegaron a esa zona caribeña, Colón nombró La Española al territorio conformado por lo que hoy es Haití y República Dominicana. En este último, Bartolomé Colón (hermano de Cristóbal) fundó la ciudad principal, Santo Domingo (actual capital del país), en honor de Santo Domingo de Guzmán (fundador de la Orden de los Dominicos), nombre con el que se llegó a conocer también a toda la isla. Se tiene más aceptado que la razón de haberle dedicado la ciudad a dicho santo es que ese día coincidió con su festividad; aunque, también, se habla de que pudo ser porque ese día era domingo o porque el padre de los Colón se llamaba Domingo.
El nombre de República Dominicana fue adoptado en febrero de 1844, cuando los dominicanos se separaron de Haití.
Haití
La isla La Española (conocida también como Santo Domingo, que incluía el actual Haití y la República Dominicana) fue el primer territorio latinoamericano en emanciparse de la colonización europea, al expulsar a los franceses y, previamente, a los británicos. Jean Jacques Dessalines fue el líder del movimiento, quien proclamó la independencia de La Española o Santo Domingo el primero de enero de 1804, rebautizando a la región como Haití. El nuevo nombre rescataba la tradición, cultura y derecho de los nativos sobre su tierra. De acuerdo con la Enciclopedia Británica, el término deriva del arahuaco ayti, que significa “tierra montañosa”, en alusión a la topografía del lugar.
Jamaica
El nombre proviene del idioma taíno, lengua de los indígenas nativos, quienes llamaban a su isla Xaymaca o Yamaya, palabras que significan “tierra de la madre y el agua”. El vocablo se transformó a Jamaica, debido a la pronunciación en español.
Cuba
Aunque no existe un consenso absoluto entre los historiadores y lingüistas, hay varias teorías sobre el significado y origen del nombre, pero lo que sí se sabe es que tiene su raíz en la lengua taína, usada por los habitantes originarios de la isla, y que fue recogido por los colonizadores europeos tras su llegada. Se cree que la palabra Cuba podría significar "tierra fértil" o "gran lugar". Algunos lingüistas la relacionan con los términos cubao o coabana, que podrían referirse a una región o localidad importante.
Otra teoría sugiere que Cuba podría haber sido el nombre que los taínos daban a una parte específica de la isla, posiblemente a la región oriental (como Baracoa), que fue el primer punto de contacto con los españoles. Colón escribió en su diario nombres parecidos, como Cubagua, que también era un lugar en las costas de Venezuela, lo cual indica que este tipo de nombres eran comunes en la región. Como fuere, cuando Cristóbal Colón llegó a la isla, en 1492, adoptó el nombre que usaban los pueblos originarios, y, con el tiempo, se oficializó como Cuba.
Bahamas
Según información de la Enciclopedia Británica, la palabra podría derivar de un término indígena en idioma arahuaco, o bien, del español “bajamar”, en referencia a las aguas poco profundas que rodeaban la isla.
Después de un largo viaje, hemos llegado al final de esta aventura. ¿Conocía el significado
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