Siete libros icónicos de Mario Vargas Llosa, para nunca olvidarlo
- paginasatenea
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El pasado 13 de abril, la literatura mundial, especialmente la latinoamericana, se llenó de luto por el fallecimiento del reconocido escritor peruano Mario Vargas Llosa, a los 89 años de edad, quien fue una figura fundamental para la expansión y transformación de las letras hispanoamericanas durante la segunda mitad del siglo pasado, cuya obra trascendió fronteras y épocas.
Nacido en Arequipa, en 1936, Vargas Llosa fue novelista, ensayista, dramaturgo y periodista; se dio a conocer internacionalmente en los años 60, con la novela La ciudad y los perros (1963), una crítica feroz a los sistemas autoritarios, basada en su experiencia en el Colegio Militar Leoncio Prado. Luego, siguieron obras como La casa verde (1966), Conversación en La Catedral (1969) y La guerra del fin del mundo (1981), que lo consolidaron como una personalidad clave dentro del llamado ‘Boom Latinoamericano’, un fenómeno literario, editorial, cultural y social, surgido entre 1960 y 1970 (del que, también, formaron parte el colombiano Gabriel García Márquez, el mexicano Carlos Fuentes y el argentino Julio Cortázar), el cual se caracterizó por impulsar una nueva narrativa en la literatura de América Latina y por distribuirla en Europa y en todo el mundo, dando a conocer la belleza del español latinoamericano y sus historias.
La obra de Vargas Llosa comprende 20 novelas, diez obras de teatro y varios libros: uno, de cuentos; catorce, de ensayo; dos, de crónicas; y uno, de memorias; además de críticas literarias, múltiples trabajos periodísticos y una autobiografía. A lo largo de su carrera, exploró temas como el poder, la corrupción, el erotismo, la identidad, la libertad individual y la crítica política; siempre, con un estilo narrativo ambicioso y complejo.
En noviembre de 1986, recibió el Premio Príncipe de Asturias, y fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura, en 2010, no por un trabajo en particular, sino por su “cartografía del poder y sus imágenes esclarecedoras de la resistencia, la rebelión y la derrota del individuo”, presentes en toda su obra hasta ese momento; además, fue miembro de la Academia Francesa, uno de los mayores honores culturales e intelectuales en Francia.
En honor de este célebre y trascendental escritor, a continuación, le presentamos siete de sus trabajos más destacados, a nuestra selección, para recordarlo o para empezar a conocer su literatura, por si no ha tenido el gusto todavía.
La ciudad y los perros (1963)
Esta fue su primera novela y la que lo lanzó a la fama. Está inspirada en la propia experiencia de Vargas Llosa cuando estudió en el Colegio Militar Leoncio Prado, en Lima; la historia se ambienta ahí mismo y denuncia la violencia, el autoritarismo y la pérdida de la inocencia en un entorno opresivo. Según se dice, fue tan polémica en Perú que la gente quemó ejemplares frente al colegio en cuestión. Aunque esta novela le valió el odio local a Vargas Llosa y un intento de censura por parte del gobierno peruano de la época, también, lo catapultó a la fama internacional y le concedió el Premio Biblioteca Breve, en 1962.
La casa verde (1966)
Es una novela compleja en estructura, con múltiples tramas y líneas temporales, lo que la hace en sí una obra magistral y considerada uno de sus trabajos más ambiciosos. Narra cinco historias cruzadas de personajes en la ciudad de Piura y en la selva, donde se halla un burdel al que alude el nombre de la novela.
Conversación en La Catedral (1969)
Es considerada por muchos –críticos, expertos y lectores en general– la obra maestra de Vargas Llosa. En ella, dentro de una conversación, de cuatro horas, que se desarrolla en el bar La Catedral, los dos interlocutores analizan y reflexionan sobre la malaventurada situación política y social en la que vive el pueblo peruano de la época, y en qué momento sucedió el cambio. En cuanto al estilo narrativo, el libro presenta cambios constantes de narrador, de tiempos verbales y de escenas, obligando al lector a ordenar los hechos, por sí mismo.
La tía Julia y el escribidor (1977)
Más ligera y divertida, mezcla la autobiografía con la ficción, con un tono, a diferencia de sus libros anteriores, un poco humorístico. Narra su romance y vida en matrimonio con su tía política, Julia Urquidi, quien era 11 años mayor que él, junto con las historias que vivió como guionista de radionovelas. Es una reflexión sobre el amor, la literatura y la imaginación.
La guerra del fin del mundo (1981)
Una de sus grandes novelas históricas, ambientada en Brasil. Se basa en hechos reales ocurridos a finales del siglo XIX: los acontecimientos de la Guerra de Canudos (1896-1897), una turbulenta rebelión religiosa que tuvo lugar en Canudos, encabezada por Antonio Conselheiro.
El elogio de la madrastra (1988)
Aquí, Vargas Llosa explora el erotismo, el deseo y los límites de la moral, pues, a través de los comportamientos entre Alfonsito y su madrastra, Lucrecia, reflexiona sobre la felicidad y la corrupción de la inocencia. Es una novela provocadora, que rompió moldes, con un lenguaje rico y sensual, que mostró una faceta más lúdica en su escritura.
Le dedico mi silencio (2023)
Es su última novela y es un tributo a la música popular peruana y, a su vez, una ironía sobre el nacionalismo. Justo como puede leerse en la descripción de la novela, es “la historia de un hombre que soñó un país unido por la música y enloqueció queriendo escribir un libro perfecto que lo contara”.