La Unión Europea prohíbe las bombillas incandescentes
- paginasatenea
- hace 3 días
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Desde el primero de septiembre de 2012, las bombillas incandescentes quedaron oficialmente prohibidas en la Unión Europea (UE), marcando el fin de una era que iluminó hogares durante más de un siglo. Desde esa fecha, ya no se pueden fabricar ni importar bombillas incandescentes para uso doméstico dentro del territorio europeo, aunque se permiten ciertos usos específicos en sectores industriales bajo regulaciones estrictas. La medida, parte de una ambiciosa política energética y ambiental, busca reducir el consumo eléctrico, fomentar tecnologías más eficientes y disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Las bombillas incandescentes, inventadas en el siglo XIX y popularizadas por Thomas A. Edison, funcionan al calentar un filamento de tungsteno hasta que emite luz. Sin embargo, sólo alrededor del 5 % al 10 % de la energía consumida se convierte en luz; el resto se desperdicia en forma de calor. Esta ineficiencia energética fue uno de los principales argumentos detrás de su prohibición y el impulso de alternativas más eficientes, como las bombillas fluorescentes compactas y las de luz LED.
Según estimaciones de la UE, esta medida supone el ahorro de la electricidad equivalente al consumo de 11 millones de hogares, lo que permite economizar entre 25 y 50 euros anuales por casa. Además, se calcula una reducción de 15 millones de toneladas de CO₂ al año, contribuyendo así a los objetivos climáticos del bloque.
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